Nos volvemos a ver en esta publicación de “La Voz de Almería” a través de la cual, los maestros y maestras nos vamos encontrando cada semana y conociendo unos de otros, de primera mano, las diferentes propuestas que, en cada Centro, vamos desarrollando, no sin mucho esfuerzo y superando, a veces, demasiadas dificultades para llevarlas a cabo. Pero esto no menoscaba de ninguna forma nuestras ganas por seguir en la brecha y por darles a nuestros alumnos y alumnas los mejores cimientos para sostener en un futuro el gran edificio en que se convertirá su vida de adultos, con la confianza y casi seguridad de que, algún día, ellos también serán capaces de transmitir esos mismos valores a generaciones venideras.
Y que voy a decir yo de mi colegio, pues que es el mejor, sin ánimo de ofender y mejorando lo presente. Pero, ¿qué voy a decir yo?, aunque en este caso es la pura realidad. Os cuento: En nuestro colegio convivimos setenta alumnos y alumnas desde Infantil hasta 2º de ESO, doce maestros y maestras, una conserje y una monitora escolar. Básicamente todos formamos una gran familia, eso si, con los dimes y diretes que hay en todas las familias, pero siempre rodeados de un buen ambiente de armonía y trabajo.
Nos encontramos entre las localidades de Alicún (a la cual pertenece el Centro) y Huécija que nos nutre de la mayoría de los alumnos y alumnas del Centro. Son dos pequeñas localidades del Valle del Medio Andarax de las que yo destacaría dos características fundamentales que no cabe duda influyen en nuestro trabajo diario: la gran tranquilidad que se respira y lo bueno de sus gentes.
Espero que estas páginas reflejen de la mejor manera posible lo que he intentado explicaros con palabras e invito a todas las comunidades escolares y sociedad en general a que intenten vivir de la forma mas cercana y positiva posible la educación de sus hijos e hijas como primer paso para conseguir dos objetivos fundamentales: Disponer en un futuro (espero que cercano) de una sociedad de la que nos sintamos
muy orgullosos y orgullosas (porque orgullosos / as ya lo estamos) de haber formado y por supuesto que, de una vez por todas, la labor docente, de todos y todas de los que nos dedicamos a esta gratificante tarea, tenga de esa misma sociedad el reconocimiento que merece. Ni que decir tiene….. que seguiremos intentándolo.
Un abrazo
El director: Ángel Víctor Hernández GonzálezY que voy a decir yo de mi colegio, pues que es el mejor, sin ánimo de ofender y mejorando lo presente. Pero, ¿qué voy a decir yo?, aunque en este caso es la pura realidad. Os cuento: En nuestro colegio convivimos setenta alumnos y alumnas desde Infantil hasta 2º de ESO, doce maestros y maestras, una conserje y una monitora escolar. Básicamente todos formamos una gran familia, eso si, con los dimes y diretes que hay en todas las familias, pero siempre rodeados de un buen ambiente de armonía y trabajo.
Nos encontramos entre las localidades de Alicún (a la cual pertenece el Centro) y Huécija que nos nutre de la mayoría de los alumnos y alumnas del Centro. Son dos pequeñas localidades del Valle del Medio Andarax de las que yo destacaría dos características fundamentales que no cabe duda influyen en nuestro trabajo diario: la gran tranquilidad que se respira y lo bueno de sus gentes.
Espero que estas páginas reflejen de la mejor manera posible lo que he intentado explicaros con palabras e invito a todas las comunidades escolares y sociedad en general a que intenten vivir de la forma mas cercana y positiva posible la educación de sus hijos e hijas como primer paso para conseguir dos objetivos fundamentales: Disponer en un futuro (espero que cercano) de una sociedad de la que nos sintamos
muy orgullosos y orgullosas (porque orgullosos / as ya lo estamos) de haber formado y por supuesto que, de una vez por todas, la labor docente, de todos y todas de los que nos dedicamos a esta gratificante tarea, tenga de esa misma sociedad el reconocimiento que merece. Ni que decir tiene….. que seguiremos intentándolo.
Un abrazo
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